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Quieres mejorar con tu dinero y hacer que vaya a donde necesitas y financiar la vida que realmente deseas. Y como los presupuestos son, bueno, aburridos, se te ocurre la gran idea de un plan de gastos.

Pero, ¿qué es exactamente un plan de gastos? ¿Y cómo empiezas a crear uno para ti?

Hoy vamos a cubrir la diferencia entre un plan de gastos y un presupuesto y te voy a ayudar a crear tu propio plan de gastos que valla con tus necesidades actuales y sea especifico para ti.          

Plan de gastos vs. presupuesto

Y bueno ¿Cuál es la diferencia entre un plan de gastos y un presupuesto?

En realidad, no mucho, pero si hay unas cuantas. Ambas son herramientas para ayudarte a comprender cuánto dinero ingresas a tu cuenta bancaria y cómo se gasta, pero la diferencia existe en como creas cada uno.

Un presupuesto es un conjunto de los gastos e ingresos previstos para un determinado periodo de tiempo. Por ejemplo, pago de casa o renta, pago del carro, seguros, etc., y también incluye gastos en otras categorías como entretenimiento, ropa, zapatos, joyas, etc.

Cuando yo pienso en un presupuesto, pienso en restricciones y privaciones (y en realidad, solo una tarea que nunca quiero hacer y con la que casi nunca cumplo).

Un plan de gastos es una forma proactiva de elegir a dónde va tu dinero.

Si bien puede que no haya una gran diferencia en la práctica, hay una gran diferencia en la psicología.

¿Pídeme que escriba un presupuesto? Probablemente nunca lo haga.

Pero fácil me puedo sentar a escribir de manera proactiva un plan de gastos para mi dinero. En donde yo decido a dónde y en que se gasta eso por lo que he trabajado tanto, en lugar de dejar que lo otros o la vida dirijan por mi.

Un plan de gastos es una forma elegante de hablar sobre un presupuesto, y ¿a quién no le gusta sentirse un poco sofisticada de vez en cuando?

¿Cuáles son los beneficios de un plan de gastos?

Si tienes un plan para dirigir tu dinero, es más probable que lo cumpla s. ¿Quieres ahorrar para unas vacaciones? ¿El pago inicial de una casa? ¿O una cámara elegante?

Crear un plan de gastos te ayuda a dirigir tu dinero a una cuenta de ahorros y te ayuda a reconocer que, para canalizar ese dinero hacia ese objetivo, probablemente tendrás que reducir tu hábito de Starbucks (lo siento, Starbucks).

Si no tienes un plan de adónde quieres que valla tu dinero, es más probable que al final del mes termines bebiendo mucho Starbucks pero con muy pocos ahorros para cualquiera de tus metas. Como estadounidenses, somos terribles para ahorrar dinero e igualmente terribles para crear un plan para ello. Solo el 41% de las personas tiene un presupuesto o un plan de gastos. Lo que podría ser una de las razones por las que muchas de nosotras no cumplimos con nuestras metas financieras cada año.

Si te quedas corta al final de cada mes (o ahorras dinero solo para llegar a fin de mes), es hora de crear tu plan de gastos.

Cómo crear un plan de gastos

Hay cinco pasos para poner en marcha tu plan. Te aseguro que si sigues paso a paso vas a establecer un habito en donde tú decides como se gasta tu dinero y poco a poco empezar a lograr todas esas metas que siempre quisiste sin la escusa de “no tengo dinero”.

Al principio vas a sentir como que es mucho trabajo, pero no dejes que la flojera te gane. Si haces el trabajo ahorita, vas a tener un efecto domino en donde todo los demás sigue a tu favor. Te lo aseguro.

Completa todos estos pasos para crear tu plan de gastos.

Paso 1: Conoce lo que viene

El primer paso es saber exactamente cuánto dinero ganas cada mes. Si combinas dinero con tu pareja, incluye también sus ingresos. Querrás incluir cosas como:

• Tu salario
• Ingreso extra
• Pagos de pensión alimenticia

Paso 2: ¿Cuánto gastas en necesidades?

¿Sabes cuánto gastas en cosas como tu vivienda, comida y transporte cada mes?

Si es así, ¡genial! Estás por delante de la curva. De lo contrario, toma los extractos de tu cuenta bancaria y tarjetas de crédito de los últimos meses y haz algunas estimaciones. Anota cuánto gastas en todas tus compras necesarias. Esto incluye cosas como:

• Pago de alquiler o hipoteca
• Seguro de automóvil o hogar
• Impuestos
• Comestibles
• Gas o transporte público
• Cuidado de niños
• Utilidades
• Pagos estudiantiles
• Tarjetas de crédito

Ojo, en esta sección solo escribe gastos que son NECESARIOS, esos gastos que se tienen que pagar mes a mes sin importar la situación.

Paso 3: ¿Cuánto quieres ahorrar para tus objetivos?

¿Qué es lo que realmente quieres hacer con tu dinero? Recuerda, esta es una oportunidad para decirle a tu dinero a dónde quieres que vaya, así que tómate un tiempo para reflexionar sobre tus objetivos y metas. Esto puede incluir:

• Ahorros para la jubilación
• Ahorros en fondos de emergencia
• Ahorros vacacionales
• Ahorros para el pago inicial de una casa
• Gastos para empezar un negocio
• Cualquier otro objetivo divertido que quieras incluir

Asegúrate de anotar un número especifico de ahorros mensuales junto a cada objetivo.

Por ejemplo, si deseas ahorrar para un viaje a Italia, escribe exactamente cuánto necesitas ahorrar cada mes para hacer un viaje a la tierra de la pizza y el vino. Esto quiere decir que tienes que hacer tu tarea y averiguar cuanto te va a salir el viaje a Italia. El vuelo, el hotel, renta de carro, comida, etc.

Para obtener metas especificas, tienes que tener números específicos.

Paso 4: Calcula lo que queda (también conocido como tu línea dura)

Después de pagar tus necesidades e invertir dinero en tus metas, ¿cuánto dinero te queda para gastos discrecionales?

Este número es tu línea dura. Es la cantidad restante de dinero que puedes gastar en actividades divertidas, como salir a comer y hacer compras. En lugar de tener categorías de gastos discrecionales diferentes, es mucho más fácil saber cuánto puedes gastar y asegurarte de no pasarte.

¿Realmente importa si vas a comprar un par de zapatos o salir a cenar? No. Por eso es mucho más fácil centrarse en esa línea dura. Porque te deja gastarte el dinero que quede, en lo que se te pegue la gana.

Para calcular este número de línea dura, simplemente suma tus gastos necesarios a tus gastos de ahorros y réstalos de tu ingreso mensual.

Lo que te quede es tu línea dura.

¿No estás emocionada con ese número de línea dura? Para eso es el paso 5.

Paso 5: Analizar y ajustar

Si has pasado por tu pase inicial en un plan de gastos y terminas con un número de línea dura estricto con el que no puedes vivir, es hora de hacer los ajustes que puedas. Échale un vistazo a tus otros gastos y ve qué puedes cambiar.

Es posible que descubras que puedes cortar el cable (con todos esos canales extras que nunca miras porque vives en Netflix), encontrar un contrato de teléfono celular más barato, recortar tu presupuesto de comestibles (¿en verdad necesitas cinco tipos de jugos?) o negociar tu alquiler (esto incluye refinanciar si eres dueña de casa). Esta es tu oportunidad de decidir exactamente cómo quieres gastar tu dinero y decidir a qué estas dispuesta a renunciar para alcanzar algunas de tus metas financieras más elevadas.

Un ejemplo de plan de gastos

Debido a que las cosas son más fáciles de entender y más divertidas con un ejemplo, usaremos un ejemplo rápido de una amiga, Marta.

Marta está lista para crear un plan de gastos que le ayude a alcanzar sus metas financieras y no volverse loca en el proceso.

Paso 1: Ingresos de Marta

Marta tiene un trabajo tradicional que le paga $5,000 por mes después de impuestos. Ella recibe un bono anual, pero como ese no es su ingreso mensual garantizado, no lo incluirá en el cálculo de su plan de gastos.

Paso 2: Las necesidades de Marta

Marta gana una buena cantidad de dinero, pero también vive en un área de alto costo de vida. Eso significa que sus necesidades son bastante caras. Actualmente incluyen:

• Alquiler: $1,500
• Pago del automóvil: $400
• Teléfono celular: $100
• Internet + servicios públicos: $150
• Gasolina: $200
• Comestibles: $500

En total, gasta $2,850 cada mes en sus necesidades.

Paso 3: Objetivos de ahorros de Marta

Marta tiene algunas metas importantes para las que está lista para ahorrar, ahorros mensuales incluyen:

• Jubilación: $750
• Viaje: $350
• Fondo de pago inicial de la vivienda: $500
• Pago de la deuda de préstamos estudiantiles: $275
• Nuevo curso de cámara y fotografía: $175

El total que Marta quiere ahorrar es $2050. Eso es una gran parte de sus ingresos, pero está lista para ver si puede idear un plan de gastos para que funcione.

Paso 4: La línea dura de Marta

Debido a que tiene algunas metas bastante grandes y vive en un área de alto costo de vida, la cantidad que le queda para gastar como quiera cada mes, no es mucho. Con un ingreso de $5,000, metas de ahorro de $2,050 y un gasto necesario de $2,800, le quedan $100 para gastar en todo lo demás durante el resto del mes.

Paso 5: Analizar y ajustar

Ahora Marta puede sentarse y mirar todo objetivamente y tomar decisiones sobre dónde gasta su dinero. ¿Crees que puede vivir con $100 para gastos discrecionales? Probablemente no. ¡Pero ella tiene opciones!

Puede decidir que algunas de sus metas de ahorros son un poco agresivas. Tal vez quite 50 dólares de su presupuesto de viaje y de los ahorros de su cámara. Ahora tiene un gasto discrecional de $200 cada mes.

También puede ver algunos de sus costos de necesidad. Si pudiera deshacerse del pago de su automóvil ($400), eso cambiaría drásticamente su situación. Para hacer esto, podría considerar vender su automóvil y comprar uno más barato y usado. También podría ser creativa cambiando donde compra los alimentos o cambiando a un plan de teléfono celular mucho más económico. Y, por supuesto, podría buscar formas de reducir el pago de su alquiler de $1,500. ¿Vale la pena mudarse a un vecindario más barato o conseguir un compañero de cuarto? Cómo puedes ver todo este proceso le da más claridad a Marta y le ayuda a tomar decisiones que vallan con su plan de vida.

Creando tu plan de gastos simple

Ahora es tu turno. Reserva un poco de tiempo para recopilar tu información de ingresos y gastos. Si no sabes cuánto gastas en artículos de primera necesidad, toma el extracto bancario del mes pasado, tarjetas de crédito y comienza a juntar las piezas.

Recomiendo hacer esto en dos etapas: pasos 1-4 y, por separado, paso 5.

¿Por qué?

Una vez que tengas toda tu información junta, es bueno dar un paso atrás y considerar lo que deseas cambiar. Por ejemplo, es posible que desees buscar proveedores de teléfono celular más baratos o monitorear tus gastos en comestibles durante una semana para ver qué puedes cambiar.

No te sientas presionada a realizar cambios todos a la vez. Date el espacio para pensar realmente en lo que deseas, de modo que puedas crear un plan de gastos que realmente refleje cómo deseas gastar tu dinero.

Cumpliendo realmente con tu plan de gastos

Una vez que hayas creado tu plan de gastos, la diversión apenas comienza. Una cosa es tener un bonito plan de gastos en una hoja de papel. Otra muy distinta es cumplirlo (si alguna vez has superado tu presupuesto durante un mes (o dos o tres), sabes que es cierto). Después de muchos planes de gastos y presupuestos fallidos, he aprendido un par de cosas sobre haciéndolos pegar.

La clave es tenerlo en mente. Si creas tu plan de gastos y luego lo guardas en tu computadora en una carpeta que nunca vas a encontrar, estas perdiendo el tiempo.

Haz tu plan y ponlo en un lugar en donde lo puedas ver todos los días. En la puerta de tu refri, en tu cartera junto con las tarjetas de crédito, en el coche, o por medio de una aplicación que te mande notificaciones.

Yo tengo un recordatorio en mi teléfono que me recuerda en las tardes hacer las cuentas del día, escribo los gastos de mi línea dura y así puedo saber cuanto me queda para gastar en los próximos días (especialmente si estamos llegando a fin de mes).

Ahora te toca a ti: ¿Qué herramientas utilizas para crear un plan de gastos? ¿Antes de leer este post habías escuchado sobre un plan de gastos?

Te leo en los comentarios y ¡nos vemos pronto!

Diana