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Episodio 35

Podrías pensar que con un nombre como “pon tu visión en acción” soy súper fanática de establecer objetivos, pero la verdad es que en el pasado no siempre me ha funcionado.

Es esa época del año otra vez – el momento central de establecer metas cuando todos crean resoluciones y las anuncian al mundo con la esperanza de que tal vez esta vez sí se cumplan.

Ahora, no sé tú, pero muchas veces fracaso completamente en estas metas y suelo empezar escribiendo mi lista y para el 2 de febrero, ni siquiera sé dónde está esa lista y no he escrito en ella durante semanas. He intentado y tratado de descifrar cómo abordar el establecimiento de metas de Año Nuevo y finalmente descubrí algunos trucos que me han ayudado no solo a alcanzar mis metas, sino también a superarlas.

La Psicología Detrás De Las Metas

Mientras me preparaba para este episodio, realmente comencé a profundizar en la psicología detrás de lo que nos hace lograr nuestras metas o dejarlas como una lista más que nunca logramos.

Uno de mis mayores hallazgos que me sorprendió mucho es que la motivación tiene MUY poco que ver con el factor de éxito de una meta. ¿Pero qué digo? Pensé que estar motivada significaba que vencería mis metas, pero resulta que la INTENCIÓN es más importante que la motivación. El British Journal of Health Psychology encontró que el 91% de las personas que planearon su intención escribiendo cuándo y dónde harían ejercicio cada semana terminaron cumpliéndolo.

En un artículo de James Clear, él dice: “la mayoría de las personas hablan de hacer cambios y alcanzar metas.” Palabras como motivación, fuerza de voluntad y deseo también se mencionan mucho en el artículo.

Pero la verdad es que todos tenemos estas cosas en cierto grado. Si quieres hacer un cambio en absoluto, entonces ya tienes algún nivel de “deseo”. Los investigadores descubrieron que lo que saca ese deseo de ti y lo convierte en acción en el mundo real no es tu nivel de motivación, sino tu plan de implementación.

De hecho, más de 100 estudios independientes en una amplia gama de situaciones experimentales han llegado a la misma conclusión: las personas que declaran explícitamente cuándo y dónde van a realizar sus nuevos comportamientos tienen muchas más probabilidades de cumplir con sus metas.

Puedes aplicar esta estrategia a casi cualquier meta que puedas pensar, y ciertamente a la mayoría de las metas de salud. Por ejemplo, si quieres comenzar un hábito diario de meditación este mes, entonces es más probable que te apegues a tu meta si planificas cuándo y dónde meditarás cada día.

Se Intencional Con Tu Meta

Entonces, hablamos de ser intencionales en las relaciones, en línea, con la forma en que nos presentamos, pero ¿cómo estamos siendo intencionales con respecto a nuestras metas? Es fácil para nosotros decir: Voy a hacer ejercicio todos los días, pero si nunca nos tomamos el tiempo de especificar cuándo y dónde ocurrirá esto, la vida encontrará una manera de absorber todas nuestras horas y dejarnos exhaustas, descansando en pantalones de yoga que nunca llegaron al yoga.

El señor Clear dijo esto y me detuvo en seco: “Si no planeas tus comportamientos, entonces dependes de tu fuerza de voluntad y motivación para inspirarte a actuar. Pero si planificas cuándo y dónde vas a realizar un nuevo comportamiento, tu meta tiene un tiempo y un espacio para vivir en el mundo real. Este cambio de perspectiva permite que tu entorno actúe como una señal para tu nuevo comportamiento”.

En otras palabras: planificar cuándo y dónde realizarás un comportamiento específico convierte tu situación en un detonante para la acción. El tiempo y el lugar desencadenan tu comportamiento, no tu nivel de motivación.

Entonces, ¿qué es lo que me ha estado funcionando? No establecer metas para todo el año, sino más bien para un trimestre a la vez… porque un año es un tiempo terriblemente largo y puede sentirse restrictivo.

Establece Metas Realistas Por Trimestre

Cuando tuve mi primera junta con mi coach este año, escribimos metas para ingresos, el impacto que quiero tener como persona individual, y algo que no esté vinculado con mi carrera o mi trabajo.  Luego me hizo que compartiera estas metas con una persona cercana a mí, simplemente pronunciar estas metas en voz alta y no dejarlas solo en una página en el cuaderno ayudó a que se sintieran más reales y me ayudó a establecerlas con convicción.

Después de establecer estas tres metas, tuve que escribir 3 pasos de acción para hacerlas realidad y fecha para completarlas. Así que al final del día tenía NUEVE pasos para completar en el lapso de un trimestre para acercarme a mi meta de ingresos, personal e impacto.

Entonces, por ejemplo, yo escribí:

• Para mi meta de ingresos, escribí: Quiero ganar 200k este año, cual es una meta bastante ambiciosa porque no tenía planes de cambiar de trabajo y realmente no había creado un lanzamiento para mi libro, pero me ayudo a enfocarme en un solo proyecto, enfocarme en terminar el libro, crear la página de ventas, hacer los embudos de ventas, crear una página de recursos, y empezar a enfocarme en crecer en las redes sociales
• Para mi meta individual, escribí que quería perder 10 libras: por supuesto que es una meta bastante grande para solo un trimestre, pero eliminé el gluten, establecí una meta para la cantidad de pasos que daría cada día y me desafié a estudiar cómo reducir mi estrés, reduciendo así mi cortisol.
• Las metas de impacto son mis favoritas porque, aunque suenen genéricas, puedes establecer metas realmente grandes en términos de hacer un impacto. Para el tercer trimestre quería subir el número de niños que patrocino por medio de Save the Children, y así tener un impacto positivo no solo en mi vida, sino también en la vida de alguien más. 

Para mí, las metas trimestrales se sienten mejor porque no me siento atascada durante un año o no me siento como un fracaso total si después de un mes no he progresado, porque me encanta la idea de enfocarme en el logro de “lotes” en el sentido de trabajar duro en una cosa por un período y luego hacer progreso antes de pasar a la siguiente.

Conclusión

Entonces, ¿qué pasa cuando no alcanzo las metas? Bueno, nada. Porque trabajar hacia ellas significa que estoy progresando más de lo que lo haría si nunca hubieran existido. Acabo de “fallar en una meta” hace unas semanas y en lugar de enojarme por ello, pude ver la belleza en mis esfuerzos y el hecho de que hubo grandes victorias más allá de la meta en sí misma.

Las metas no deben acorralarnos, deben de darnos la intención de movernos reflexivamente hacia algo. Sí, podemos estar motivadas, sí, podemos estar inspiradas, pero la belleza reside en la intención y el plan de acción.

Mientras empiezas a establecer metas para el nuevo año, crea 3 pasos que vas a tomar para hacer que cada meta se realice e incluye el “cuándo” y el “dónde”. Si quieres aumentar tus posibilidades de éxito, compártelo con alguien que entienda hacia qué estás trabajando y dale la oportunidad de desafiar tu plan de acción, porque a veces complicamos las cosas o elegimos el lugar equivocado para empezar.

Siguiendo el ejemplo de la meditación, escribe cuánto tiempo vas a meditar, que días de la semana vas a meditar, a qué hora durante el día vas a meditar, y en qué lugar lo vas a hacer.

Cuando formas un plan específico le estas dando un espacio en el mundo real, y tienes probabilidades más altas de que se convierta en realidad.

Espero que este episodio te ayude a establecer metas más específicas y realistas para este año nuevo que se aproxima.  Recuerda, se intencional con el cuándo y dónde vas a cumplir tus metas, y vas a ver que esta vez si las vas a lograr.

¡Un millón de gracias por regalarme tu tiempo! Sigue aprendiendo, sigue creciendo, pero lo más importante sigue tomando acción por muy pequeñitos que sean los pasos que tomes. Hablamos pronto.

Diana

Deja tu comentario y comparte tus métodos y tus momentos difíciles al establecer metas para el año nuevo. Este es un espacio sin juicios, y todos sabemos que hay una diversidad de ideas y metodologías que pueden ayudarnos a todos a prosperar en nuestra plena humanidad.