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Episodio 33
Todos tenemos esos momentos en la vida cuando nos damos cuenta de que una o varias cosas se han convertido en básicamente y por falta de una mejor palabra “en mierda.”
Como cuando te das cuenta de que el balance en tu cuenta bancaria es mucho menos que el balance de tus tarjetas de crédito, o cuando te pones tus pantalones favoritos y te das cuenta de que ya no te quedan desde hace dos tallas. O a lo mejor cuando un día te despiertas y también te das cuenta de que la que antes era tu persona favorita tampoco ya no te queda.
Uno de esos momentos para mí, llego cuando me di cuenta de que mi trabajo actual ya no me gusta y no me apasiona tanto como antes. Y no solamente la compañía actual en la que trabajo, si no toda mi carrea a la cual le he dedicado prácticamente toda mi vida. Ese momento fue muy desagradable, y seguido por un montón de momentos de ¿Qué jodidos voy a hacer con mi vida? Y ¿Cómo jodidos me voy a salir de esta rueda de hámster que parece que nunca acaba y hacer cambios difíciles pero necesarios?
Hoy vamos a platicar de cómo hacer cambios difíciles pero necesarios, ya sean grandes o pequeños. No importa el tamaño, lo que importa es que el cambio te haga feliz.
Enfrenta Las Situaciones Difíciles
¿Pero qué haces cuando quieres ser feliz, pero estas pasando por una situación difícil en tu vida?
Cuando estas enfrentado situaciones difíciles o estas en una etapa en tu vida que ya no te gusta, honestamente lo que tienes que hacer es dejar de quejarte y ponerte las pilas.
Aquí nadie te va a salvar. Nadie va a venir a rescatarte, a darte palmaditas en la espalda y decirte todo va a estar bien, o mandarte mensajitos de motivación que te inspiren a levantarte y tomar acción.
Y no, eso no quiere decir que esas cosas no sean bonitas cuando las recibes y que realmente te inspiren, porque todos las necesitamos de vez en cuando, y hablo de eso en el último episodio si aún no lo has escuchado, lo que quiero decir es que no necesitas un rescate cada vez que te sientas mal porque algo no te está saliendo bien.
Cuando yo me di cuenta de que mi trabajo ya no me gusta ni inspira tanto como antes, y me llego ese momento de “todo se ha ido a la mierda” fue un momento temporal.
No me puse a llorar ni me quejo cada mañana por que tengo que ir a trabajar, o cuando me preguntan como me va no me pongo a hablar sin fin de lo infeliz que estoy en mi trabajo. Al contrario, estoy muy agradecida con Dios y con la vida por todas las oportunidades que me ha dado para llegar hasta donde estoy, pero también por darme la oportunidad de reconocer que hubo metas que ya alcancé, y que es hora de otras metas tal vez hasta mejores y más altas.
Dale Oportunidad A Las Nuevas Metas
¿Y porque digo esto? Porque lo escucho una y otra vez. Personas que tienen un buen trabajo, que les paga bien y se sienten que están estancadas y que ya no pueden hacer cambios, que por que ya están grandes de edad y es muy tarde para hacer cambios, o porque tendrían que regresar a la escuela y no hay tiempo ni dinero. Y no necesariamente el cambio tiene que ser un trabajo, puede ser una relación amorosa o de amistad, un negocio, o hasta vivir en una nueva ciudad.
Pero pon atención a lo que te voy a decir: Una cosa es descubrir que algo ya no te gusta o no va bien, y otra cosa es hacer algo al respeto.
Especialmente si eres el tipo de persona que no sabe por dónde empezar, o el tipo de persona que no batalla para empezar pero que se te bajan las pilas y la energía a medio proyecto y acabas de darte por vencida y dejas otro proyecto más, a medias.
Te aseguro, el cambio es posible. Solo se trata de tomar la decisión.
Cuando tomas esa decisión, empiezas un efecto domino y empiezas a tener realizaciones que tal vez te ayuden a tomar el paso hacia el “voy a hacer algo al respeto” en lugar de “me estoy volviendo loca”. Es maravilloso.
Y nada de esto es difícil como la mayoría de las personas piensan. ¿No me crees? Sugiérele una solución a una amiga que se queja y queja de su pareja o de su trabajo y ve cómo te responden con el “eso no me va a funcionar a mí,” sin ni siquiera tratar.
Espero que no seas de ese tipo de persona. Y si lo eres, hoy es tu último día viviendo en el mundo de “a mí no me sirve eso” y desde hoy quiero que te conviertas en una persona que reconoce que el cambio es posible cuando tomas la decisión de cambiar. Y que empieces a tomar acción imperfecta para lograrlo. Lo repito, tienes que tomar acción imperfecta para lograr el cambio. Porque si te esperas a que todo este perfecto, nunca vas a lograr nada.
Tomar la decisión sirve, no importa si piensas que nunca has logrado algo grande en tu vida, o eres una súper realizadora de metas. Créemelo te lo digo por experiencia.
Hace cuatro años empecé a sentir realmente qué es la ansiedad cuando me empecé a dar cuenta de que mi trabajo ya no me gustaba. Se me hacía difícil levantarme por la mañana, arreglarme y subirme a mi carro que me iba a llevar hacia un lugar que cada vez se sentía menos como una oficina y más como el templo de la perdición.
Ya me había sentido así en otras ocasiones, pero usualmente se desaparecían y se me olvidaba. Pero, de repente empecé a sentir esa ansiedad con más frecuencia y se tardaba más en desaparecer.
“Me tomo más de 20 años subir la escalera de la corporación y no puedo saltar solamente porque siento un poquito de ansiedad” – esa era mi conversación con cada episodio de ansiedad que me llegaba. Tenía que seguir comprometida aun si ya no me gustaba mi trabajo, dado todo el tiempo y la energía que ya había dedicado, ¿cierto?… ¡No!
Me tomo tiempo darme cuenta de que hay mucho más que puedo estar haciendo con mi vida, en lugar de estar preocupada por lo que ya estoy haciendo o lo que ya logré.
Es Hora De Enfrentar La Realidad
Y es mi honor ahorrarte un montón de tiempo y peleas internas que te obligan a quedarte en tu cama pensando en todo lo que te gustaría hacer y empujarte a que le des la cara a la realidad. Porque cuando enfrentas la realidad, la puedes empezar a moldear a lo que tú quieras.
Eso es lo que pasa cuando te pones las pilas. Cuando dejas de echarle la culpa a los demás, o al tiempo, o al dinero, o a tu edad, y de una vez por todas tomas la decisión de hacer lo que tengas que hacer para lograr lo que quieres hacer. Cuando te das cuenta de que tu súper poder para realizar tus sueños siempre ha estado ahí, y solo es cosa de que lo saques del closet donde lo habías guardado junto con la inseguridad, las dudas y las excusas y de una vez por todas tomar los pasos necesarios que tú tienes que tomar para enfrentar tus miedos y tus inseguridades y dejar de pensar que alguien te tiene que rescatar cada que algo no te salga bien o como lo habías planeado.
Al momento que yo decidí que voy a hacer algo al respeto en lugar de dejar que la ansiedad me volviera más loca de lo que estoy, en ese momento mi vida cambio.
Le di su lugar a todo lo que he logrado hasta la fecha, mi trabajo, mi carrera, mi educación y las personas que conocí en ese camino, y empecé mi negocio, formé mi propia corporación con su propia escalera, empecé a trabajar en mi sitio de internet, escribí mi libro y empecé a definir y realizar nuevos planes.
¿Deje todo para empezar de nuevo? Claro que no, aún tengo mi trabajo, después de todo construir un negocio nuevo es complicado y estresante, y mi trabajo me ayuda a no tener el estrés adicional de no poder pagar mi casa o mis necesidades, o hasta de darme una escapadita de vez en cuando con mi esposo y mis hijos.
Pero, deje de preocuparme por seguir subiendo la escalera de la corporación y usar mis recursos, conocimientos y tiempo para crear algo nuevo, algo que sí me inspira y que me ilusiona hacer cada mañana.
Pero mira, no te quiero asustar. Mis planes son 100% certificados como planes de vida grandes, y cuando me refiero a que te pongas las pilas y tomes la decisión para hacer un cambio, puede ser con cambios pequeñitos también. NO necesariamente que dejes tu trabajo y empieces tu propio negocio.
Por ejemplo, alguna vez te has encontrado acostada en el sofá, buscando algo que ver en Netflix y le das vueltas y vueltas y no encuentras nada bueno que ver, ¿pero le sigues dando y cuando menos te das cuenta ya paso media hora de búsqueda?
Y sabes que puedes hacer algo mejor con tu tiempo como ir al gimnasio, hablarle por teléfono a tu mamá, o tal vez leer un libro. Pero por alguna razón ¿no lo haces?
Todos hemos estado ahí. Todos hemos llegado al punto donde ya no hay nada más que ver en Netflix, o estamos cansadas de salir a tomar con amigas, o hasta de atender todos esos eventos de networking del trabajo y empezamos a cuestionar los resultados de estos últimos años que parece que pasaron en autopiloto.
Pero este episodio es para recordarte que hay otro camino que puedes tomar. Un camino que puede guiarte directo hacia la vida que tanto quieres.
Y estoy muy emocionada de anunciar que las próximas series de este podcast son precisamente para ayudarte a que tomes la decisión y te pongas las pilas para conseguir lo que realmente quieres.
Acabo de terminar una serie de episodios dedicados a la creación de hábitos saludables para conseguir tus metas, si aun no los has escuchado, te recomiendo que los escuches.
Estos próximos episodios van a estar llenos de consejos para mantenerte mas organizada, motivada y a tiempo. También te voy a compartir otros temas como ahorrar dinero, establecer límites, y como tener conversaciones difíciles con amigos, familia y compañeros de trabajo.
Y lo que me emociona es ofrecerte consejos para trascender de las tonterías cotidianas para que finalmente te puedas concentrar en esos sueños grandes que tienes, como cambiar de carrera, comprar una casa, o simplemente planear el viaje de tus sueños.
Algo que quiero aclarar es que no te voy a enseñar un millón de cosas diferentes – no hay el suficiente alcohol en gel para llevarte de la mano a ese nivel. Lo que te quiero enseñar es como juntar todas las cosas que pasan en tu vida para que las puedas lograr a tu modo y a tu propio ritmo.
Es Hora De Ponerte Las Pilas
Y bueno, regresando al tema de este episodio, necesitar o querer hacer algo no es lo mismo que realmente hacerlo. Para eso, te tienes que poner las pilas.
Por ejemplo, tal vez quieras planear unas vacaciones y estas dispuesta a darle tu tiempo y energía a la planeación de esas vacaciones, pero si no te pones las pilas para ahorrar y poder pagar el boleto de avión, comida y hospedaje, no importa que tan buenos sean tus planes de vacaciones y cuanta emoción te de al ver los paisajes que “podrías” tener desde la ventana de tu habitación en el hotel.
O tal vez piensas que es hora de remodelar tu baño por que estas cansada de pegarte en los codos cada que te das vuelta para agarrar el acondicionador. En esta historia si tienes el dinero para la remodelación, pero el solo pensar que tienes que organizar todo un proyecto, hablarle al plomero, comprar el azulejo para el baño y buscar en donde vas a hacer del baño por las próximas dos semanas mientras terminan el trabajo, te baja de tu nube y te repites una y otra vez que los moretones que tienes en los codos no son para tanto.
Es hora de dejar de querer hacer algo y realmente hacer algo. Tomar la decisión. No importa lo que quieras hacer.
Y ya que tomes la decisión de hacer el cambio, deja de poner excusas de por qué no puedes hacer lo que decidiste hacer. Deja de echarle a la culpa a los demás, o a tu edad, o al tiempo y haz el plan de ataque de una vez por todas.
Conclusión
Nunca es tarde para empezar de nuevo. Si tienes toda una vida haciendo algo que ya no te da satisfacción. Agradece por la oportunidad, el conocimiento y las personas que formaron parte de esa aventura. Cierra el libro, y empieza otro libro nuevo.
Pero también recuerda, al contrario de lo que dicen muchas otras personas, especialmente en las redes sociales. No tienes que dejar todo a la vez para volver a empezar. No tienes que dejar tu trabajo para empezar tu propio negocio, empieza poco a poquito, en tus momentos libres. Planea bien tu día para que puedas lograr tus nuevos planes poco a poquito.
Yo siempre he sido abierta en este podcast, yo aun tengo mi trabajo de tiempo completo, y poco a poco he logrado crecer mi negocio. Si yo puedo tú también puedes.
Solamente se trata de que tomes la decisión, formes el plan de ataque y te pongas las pilas.
Tu fortaleza llega cuando tomas la decisión de hacer algo. El simple hecho de tomar la decisión le anuncia al universo, a las personas a tu alrededor, pero especialmente a tu cerebro, que esta vez sí va en serio el cambio. Y poco a poco todo se va alineando, van saliendo los recursos y las personas que necesitas para lograr la meta. Cuando decides que esta vez si lo vas a lograr. Todo lo que pasa a tu alrededor conspira para que se vuelva realidad.
¡Un millón de gracias por regalarme tu tiempo! Sigue aprendiendo, sigue creciendo, pero lo más importante sigue tomando acción por muy pequeñitos que sean los pasos que tomes. Hablamos pronto.
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