La Vida Ayuda A Quienes Se Ayudan A Sí Mismos
Hay un viejo dicho que sigue siendo muy cierto: “Cuanto más trabajo, más suerte tengo”. Este episodio es mi interpretación de esta frase.
La vida ayuda a quienes se ayudan a sí mismos. Esto lo he aprendido por experiencia personal. Yo no soy de esas personas que creen que “todo tiene un destino” y que nuestras vidas han sido escritas por un par de manos invisibles.
Ese tipo de lenguaje a mí me suena como “lenguaje de víctima” y miedo. Miedo al fracaso. Miedo al rechazo. Miedo a no ser lo suficientemente buena. Miedo al éxito. A ese tipo de lenguaje también le falta el sentido de responsabilidad personal y generalmente viene de personas que tienen miedo de entrar en el juego.
Por supuesto que creo que hay una fuerza de la naturaleza que entra en juego cuando menos la esperamos y más lo necesitamos. Y sí, creo que hay una coherencia en el modo en que se desarrolla nuestra vida que es sumamente inteligente. Y no tiene nada que ver con la religión. Pero también creo -profundamente- que se nos dio libre albedrío y el poder de tomar decisiones por una única razón: ejercerlas.
Obtenemos Lo Que Damos
Creo que, en general, obtenemos de la vida lo que le damos. Creo que las cosas buenas les suceden a quienes están dispuestos a esforzarse, a ejercer la disciplina y a hacer los sacrificios que la grandeza personal y profesional requiere, mejor dicho, exige.
También he descubierto que las acciones tienen consecuencias y que cuantas más cosas buenas hago (mediante el trabajo duro) más éxito veo. La vida favorece a los devotos. ¿Por qué crees que este podcast se llama Pon Tu Visión en Acción?
Ninguna de las personas de gran éxito con las que he trabajado en estos últimos años llegó a su meta sin esforzarse más que todos los que las rodeaban. Mientras otros estaban en casa viendo la televisión o estancados en las redes sociales soñando con la vida de alguien más, los grandes, que han dejado su huella en el mundo y le han aportado un valor tremendo, se levantaban temprano, dedicaban horas y demostraban a la vida que estaban dedicados a su sueño.
No niego, ni por un instante, la importancia de equilibrar la vida laboral y personal. De pasar tiempo con nuestros seres queridos o de cuidar nuestra vida interior, nuestra salud mental, física, emocional y espiritual. Yo soy la primera en defender esos valores. Lo único que digo es que detrás de los logros extraordinarios siempre vas a identificar un esfuerzo extraordinario. Es una ley de la naturaleza que no ha cambiado en mil años.
Ejemplos Inspiradores
Te doy unos ejemplos para inspirarte aún más.
Sonia Sotomayor ha contado cómo su crianza en una familia de origen puertorriqueño en el Bronx, Nueva York, fue clave para su éxito. Su madre, que era enfermera, siempre le inculcó el valor de la educación y el trabajo duro, aunque las circunstancias fueran difíciles. Sotomayor a menudo recuerda cómo tuvo que superar no solo los desafíos económicos, sino también las barreras raciales y de género para llegar a ser la primera jueza latina en la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Sonia nos ha enseñado como la perseverancia frente a la adversidad es una herramienta de transformación personal.
Jorge Ramos, uno de los periodistas más influyentes de habla hispana, ha contado su experiencia al llegar a Estados Unidos como inmigrante mexicano. A pesar de tener una formación universitaria, comenzó desde abajo, enfrentando discriminación y desafíos para entrar al periodismo. A lo largo de su carrera, ha señalado que nunca dejó de trabajar duro y aprovechar cada oportunidad que se le presentaba, y su abuela siempre le recordaba que la clave del éxito estaba en no rendirse, incluso en las peores circunstancias.
Jorge nos enseña que el trabajo duro y la dedicación pueden abrir puertas, incluso cuando la sociedad impone barreras.
Ellen Ochoa, hija de inmigrantes mexicanos, fue la primera mujer latina en viajar al espacio. A lo largo de su carrera, Ochoa ha hablado sobre cómo la perseverancia, especialmente en campos donde las mujeres y las minorías estaban subrepresentadas, fue clave para su éxito. Ella recuerda que enfrentó muchos rechazos antes de ser aceptada en la NASA, pero nunca dejó que eso la desalentara. Su historia es un ejemplo de cómo la tenacidad y la dedicación pueden superar cualquier obstáculo.
La historia de éxito no depende de dónde comenzamos, sino de cuánto esfuerzo estamos dispuestos a invertir en cada paso del camino.
Desde los humildes comienzos de figuras como Sonia Sotomayor, Jorge Ramos y Ellen Ochoa, el trabajo duro ha sido el motor que ha abierto puertas hacia oportunidades inimaginables. No importa si empiezas barriendo pisos o enfrentando barreras en campos difíciles, lo importante es la pasión y la dedicación que pones en lo que haces. Cada pequeño esfuerzo suma, y con constancia, ese esfuerzo puede convertirte en una persona excepcional que usa todo su talento para alcanzar lo mejor. El trabajo duro es el camino hacia el éxito, y está al alcance de todos los que deciden dar lo mejor de sí, sin importar el trabajo que realicen. Hoy es el momento de plantar tus semillas y empezar a construir ese futuro que siempre has soñado.
Hay otra frase que me gusta y me inspira mucho y es muy relevante a este episodio: “Todo lo que el hombre siembra, eso también cosechará.”
Así que planta tus semillas. Sé espectacularmente excelente en lo que haces. Lleva tu pasión en la manga y tu corazón en la palma de tu mano. Y trabaja duro. Muy duro. El trabajo duro abre puertas y muestra al mundo que vas en serio en ser uno de esos seres humanos raros y especiales que usan todo su talento para lo más alto y lo mejor. Pon tu visión en acción.
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Ahora te toca a ti, comparte tus métodos para obtener resultados reales y cómo ha cambiado tu vida gracias a eso. Este es un espacio sin juicios, y todos sabemos que hay una diversidad de ideas y metodologías que pueden ayudarnos a todos a prosperar en nuestra plena humanidad. Deja tu comentario aquí abajo.
¡Un millón de gracias por regalarme tu tiempo! Sigue aprendiendo, sigue creciendo, pero lo más importante sigue tomando acción por muy pequeñitos que sean los pasos que tomes. Hablamos pronto.
Diana
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