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Episodio 38

El pensamiento positivo está en todas partes: la manifestación, los tableros de visión y frases como “No hay días malos” abundan, y parece que todos en el planeta quieren aprender a pensar positivamente. Pero ¿qué significa realmente pensar positivamente? ¿Y puede el pensamiento positivo por sí solo ayudarte a realizar tus sueños?

Hoy vamos a platicar sobre esta tendencia que no se tú, pero a mí me sale en todas mis redes sociales.  Vamos a disecar qué es el pensamiento positivo y si realmente te beneficia pensar positivamente o es sola una tendencia más del montón.

Es cierto que tus pensamientos afectan tus acciones. Tus acciones, a su vez, se traducen en si tienes éxito o no, en tu carrera, relaciones y tu vida. Tus pensamientos también juegan un papel en tus valores y creencias, los cuales influyen en la calidad de tus relaciones personales y cómo ves el mundo en general.

Pero, es esencial que no nos atrapemos solo en pensar positivamente. Puedes sentarte en el jardín de tu mente diciéndote a ti misma que no hay malas hierbas, pero para construir una vida verdaderamente satisfactoria, necesitas dejar de cubrir las malas hierbas con pensamientos positivos, y en su lugar, arrancarlas. Necesitas llegar a la raíz de lo que te está frenando y cultivar una mentalidad generalmente positiva que no ignore las emociones negativas, sino que sepa cómo controlarlas.

¿Qué es el pensamiento positivo?

El pensamiento positivo es una actitud emocional y mental que se enfoca en lo bueno y espera resultados que te benefician. Se trata de anticipar la felicidad, la salud y el éxito en lugar de esperar lo peor.

¿Alguna vez has escucho de o leído el libro “El Secreto”?

“El Secreto” es un libro de autoayuda de la autora Rhonda Byrne, basado en la creencia de la ley de la atracción, la cual sostiene que los pensamientos pueden cambiar la vida de una persona directamente. El libro afirma que el pensamiento positivo puede crear resultados que cambian la vida, como el aumento de la riqueza, la salud y la felicidad.

Gracias a esta ley de la atracción, esta mentalidad crea o “atrae” un circuito de retroalimentación positiva que te trae aún más bienestar a tu vida.

Ahora, hablemos de, ¿qué no es el pensamiento positivo? El pensamiento positivo no es una solución mágica que automáticamente te hará más feliz y te de satisfacción en todo lo que hagas. No es una solución a creencias limitantes arraigadas como el miedo al fracaso y el miedo al éxito. Y no significa sentarse todo el día diciéndote a ti misma que eres feliz. Para alcanzar tus sueños, necesitas más que una mentalidad positiva. Necesitas actuar.

Cómo Beneficiarse Del Pensamiento Positivo

A la larga, construir una vida plena se trata de dominar tus emociones, tanto positivas como negativas. El pensamiento positivo es una herramienta en tu caja, pero hay otras que vas a necesitar. Hoy te voy a compartir seis técnicas o herramientas para que abrases completamente no solo el poder del pensamiento positivo, sino también el increíble poder de tu mentalidad.

#1 – Empodérate

¿No conseguiste el ascenso por el que trabajaste tan duro? ¿Te despidieron de tu trabajo? ¿Tu pareja rompió contigo? ¿Tienes problemas de salud crónicos que te limitan?

Estas son todas situaciones difíciles que muchos de nosotros enfrentaremos en algún momento de nuestras vidas. La verdadera pregunta es: ¿Cómo reaccionarás ante ellas?

¿Culpas a otros cuando te suceden cosas malas? ¿O buscas en ti misma la solución? Cuando tomas responsabilidad de cómo piensas, actúas y sientes, tienes un enfoque de control interno, y eso es una característica clave de las personas exitosas. Este tipo de pensamiento te da una profunda creencia en ti misma y una mentalidad positiva que te permite levantarte y empezar de nuevo después de un fracaso. A partir de ahí, todo lo demás en tu vida empieza a caer en su lugar.

Recuerda: Lo único en la vida que puedes controlar eres tú misma. No puedes controlar cada evento, pero sí puedes controlar cómo reaccionas ante ellos. Una vez que te empoderas para cambiar lo que está en tu control, solo entonces estás lista para el poder del pensamiento positivo.

#2 – Toma Control De Tu Estado Mental

¿Has notado que cuando estás teniendo un mal día, tu lenguaje corporal lo muestra? Te doblas en tu silla, tienes dificultad para hacer contacto visual con otros y haces cosas como cruzarte de brazos cuando te sientes incómoda. Dejas de ser consciente y permites que tu entorno y circunstancias te controlen. Esta no es una postura poderosa. Tu cuerpo les dice a los que te rodean que estás incómoda, enojada o triste y quieres que te dejen sola. Esto también crea un ciclo de retroalimentación ya que tu mala postura refuerza esa mentalidad pobre.

El pensamiento positivo tiene tanto que ver con tu cuerpo como con tu cerebro. Toma control de tu fisiología mostrando orgullo en cómo te presentas. Trabaja en tu postura para dar señales no verbales a quienes te rodean de que te sientes fuerte y positiva, y lista para escucharlos. Detén hábitos nerviosos como moverte inquietamente o darle vueltas a tu cabello. Esta técnica requiere que te observes a ti misma; y en cuanto te descubras cediendo a un tic nervioso o empezando a encorvarte, enderézate. Al mantener tu cuerpo en una pose de poder, una mentalidad más positiva sigue naturalmente.

Los que te rodean captan las señales fisiológicas que estás enviando y van a responder con positividad. Cuanto más proyectes positividad y otros te vean de esa manera, más fácil se vuelve el pensamiento positivo, creando un nuevo ciclo de retroalimentación positiva.

#3 – Ajusta Tu Mentalidad

Ajustar tu fisiología es solo una parte del rompecabezas; también es crítico capturar el otro desencadenante de negatividad cuando apenas empieza. Tu mentalidad gobierna qué pensamientos fluyen por tu cabeza y cómo te sientes y reaccionas a cada uno. Si tu mentalidad es pobre, todo a tu alrededor parecerá peor.

Por ejemplo, estás en el aeropuerto y te retrasan innecesariamente mientras pasas por seguridad. Luego, la asistente de la aerolínea que te atiende es grosera contigo. Otro trabajador de la aerolínea lo escucha, se disculpa y mejora tu boleto a clase ejecutiva.

Una vez que estás en el aire, ¿te obsesionas pensando en los problemas que enfrentaste en el aeropuerto, o estás agradecida por tu asiento espacioso y tu cóctel gratuito? ¿Piensas en el retraso como tiempo perdido o como una manera de tomarte un tiempo y reconectar contigo misma? ¿Automáticamente recurres al poder del pensamiento positivo o dejas que los pensamientos negativos tomen el control?

Puedes elegir enfocarte en lo negativo o en lo positivo de este, y de cualquier escenario, pero si eliges concentrarte en lo que salió mal y lo que te molesta, empieza a tener un impacto negativo en tu vida. También empiezas a atraer otras situaciones negativas: las personas no van a ser amables contigo si estás frunciendo la cara y muestras tu enojo. Cuando estas en un estado mental negativo, puedes hasta castigar a tu pareja o a otros por no cumplir con tus expectativas, deteriorando así tus relaciones y añadiendo más problemas y amargura a tu vida.  Se te puede empezar a olvidar que tienes el poder para enfrentar cualquier situación y empiezas a creer que una mentalidad positiva está fuera de tu alcance.

Por otro lado, el pensamiento positivo evita esa rabia y molestia, permitiéndote disfrutar del momento y estar completamente presente. Al elegir conscientemente enfocarte en los momentos positivos de tu vida, empiezas a reformular tus pensamientos, cultivando una mentalidad de abundancia que viene del agradecimiento y es abierta en lugar de negativa y cerrada.

#4 – Estudia Tus Hábitos y Forma Nuevos

No puedes formar nuevos hábitos y aprovechar el poder del pensamiento positivo si no eres consciente de tus hábitos actuales. Pregúntate: ¿Hay cosas que te llevan a una espiral negativa de auto-duda? ¿Reaccionas abiertamente a las situaciones o usas mecanismos de defensa? Si es así, ¿cuáles son?

Te voy a dar un ejemplo en tu vida profesional y tal vez la conversación sea así en tu cabeza:

Sabes que quieres y que te mereces un ascenso en el trabajo, empiezas a calcular cuánto tiempo llevas en la empresa, el número de personas que llegaron después de ti y que ya han subido de puesto varias veces, y solo pensar en eso te agita y te lleva a un lugar oscuro y te empiezas a enojar.  ¿Te empiezas a preguntar si tus jefes saben algo que tú no sabes? ¿Qué tal si piensan que no eres capaz de hacer el trabajo? Empiezas a cuestionar tus habilidades y luego te preguntas si vale la pena echarle ganas al trabajo o no, si nunca te van a promover, y te dices que a lo mejor deberías renunciar.

Piensa en todo el tiempo que estás desperdiciando al recurrir a este hábito negativo. La auto-duda casi siempre tiene su raíz en el miedo, a menudo, el miedo al fracaso. Hacer algo y fracasar parece insoportable, así que tu mente inventa todo tipo de razones por las cuales ni siquiera harás un esfuerzo. Si cedes a estos pensamientos negativos, puede que no fracases, pero si te vas a estancar, lo cual es peor. Como dice Tony Robbins, “Si no estás creciendo, estás muriendo”. Si fracasas, al menos puedes aprender algo. Si te estancas, ni haces ni aprendes nada.

¿Y si, en lugar de dejarte llevar por un patrón de pensamientos negativos, reenfocas tu energía y desarrollas hábitos empoderados que usan el pensamiento positivo? Así, detienes ese espiral de duda bloqueándola con pensamientos positivos. Al cortar un patrón de pensamiento negativo antes de que se salga de control, puedes cambiar el resultado simplemente recordando afirmaciones positivas en su lugar.

Cuando entrenas tu mente para bloquear pensamientos negativos con pensamientos positivos, te estás entrenando constantemente para dejar de pensar de manera negativa. El miedo ya no te va a dominar. Y ese es el poder del pensamiento positivo.

#5 – Elige Tus Palabras Con Mucho Cuidado

Un hábito esencial para el pensamiento positivo es la transformación de tu vocabulario. Las palabras que eliges, tanto en conversación con otras personas como en tu propia mente, tienen un impacto profundo en tu mentalidad. Hay estudios que han encontrado que el auto-habla positiva mejora los estados psicológicos, ayuda a las personas a regular sus emociones y mucho más. Tu conversación interna afecta cómo otros responden a ti, creando de nuevo un ciclo de retroalimentación que puede ser positivo o negativo.

Antes de poder elegir palabras diferentes, necesitas reconocer qué palabras ya estás usando. Toma nota de cómo etiquetas y describes las cosas en conversación, particularmente tus propias emociones. ¿Realmente estás “aterrorizada” por esa gran presentación en el trabajo o solo un poco nerviosa? ¿Estás verdaderamente “enojada” con tu pareja o levemente molesta por uno de sus malos hábitos? Cuando reduces tu vocabulario y usas palabras que son menos cargadas emocionalmente, vas a empezar a ver que tu mentalidad se sintoniza con un pensamiento más positivo. Muchas personas encuentran útil escribir palabras negativas que usan constantemente a lo largo del día. Te recomiendo que hagas lo mismo. Para cada palabra negativa, escribe una alternativa positiva al lado. Mantén las alternativas en la parte posterior de tu mente para usarlas la próxima vez que te encuentres diciendo o usando palabras negativas en tu vocabulario.

#6 – Identifica a Quien Admiras

Piensa en alguien que haya tenido un impacto profundo en tu vida. Puede ser una amiga cercana, un miembro de la familia o alguien que nunca hayas conocido, como una celebridad, un atleta profesional o una empresaria reconocida. ¿Qué lemas usa esa persona? ¿Han podido desbloquear vidas extraordinarias debido a sus hábitos de pensamiento positivo?

Lo más probable es que usen el poder del pensamiento positivo para encontrar el éxito que buscan, y tú también puedes hacerlo. Cuando te sientas que estas cayendo en hábitos negativos y no puedas entender cómo pensar de manera positiva, busca una frase de alguien que respetes. Léela y determina cómo puedes encarnarla mejor. Incluso escríbela y cuélgala en algún lugar donde la veas todos los días, como en el refrigerador o al lado de la pantalla de tu computadora.

La persona que admiras no tiene que ser famosa. Puede ser una amiga que te inspiré, un familiar, y hasta una total extraña que sigas en Instagram.

Si tienes a alguien a quien consideras un mentor, aún mejor. Llámale por teléfono y pídele que comparta algunos pensamientos positivos. A mí me gusta mucho esta frase de Jim Rohn, que dice: “Cada día, mantén guardia en la puerta de tu mente, y tú sola decides qué pensamientos y creencias permites en tu vida”.

¿Entones, vas a ceder a la tentación de dejar que los pensamientos negativos estén a cargo de tu mente y quedarte estancada? ¿O culpar a otras personas cuando no alcances tus metas?

O, vas a proteger a tu mente y solo vas a permitir pensamientos positivos que te impulsen hacia la vida que sueñas.

La respuesta depende de ti.

Y ahí las tienes, seis herramientas que puedes usar para que abrases completamente no solo el poder del pensamiento positivo, sino también el increíble poder de tu mente.

Deja tu comentario y comparte tus métodos para conquistar una mente positiva y cómo ha cambiado tu vida cuando decides enfocarte en lo positivo en lugar de lo negativo. Este es un espacio sin juicios, y todos sabemos que hay una diversidad de ideas y metodologías que pueden ayudarnos a todos a prosperar en nuestra plena humanidad. 

¡Un millón de gracias por regalarme tu tiempo! Sigue aprendiendo, sigue creciendo, pero lo más importante sigue tomando acción por muy pequeñitos que sean los pasos que tomes. Hablamos pronto.

Diana